Porque este es el día y es la hora
no intentes demorar con devaneos
imitando a la fe de los ateos
diciendo que lo nuestro no mejora.
Colócate los brillos de la aurora
no dejes que te venza la negrura
el canto por la vida ya se augura
de mi mano y con sed abrasadora.
No puedo vencer sola, ven conmigo
a luchar esta cruzada de la entrega
y se mi compañero, amor y amigo
porque si en este instante renunciara
el desconsuelo al sepulcro me llevara
siendo tu mi enterrador y mi testigo.