Vienen al galope en aluvión de primaveras,
perfumando cuanto tocan y pintando
verde y flores, las vetustas ilusiones
que el invierno ha apagado y que ahora
se renuevan. Y se aniñan convencidas
que el verano está a las puertas.
Son los goces de sentir que el amor late
en aquellos que se aman y se juegan
por el todo, por la vida o por la nada,
y a pesar de arriesgar, todo lo apuestan.