¡Si tú te miraras como yo te miro!
y si te admiraras de mi admiración,
y te emocionaras, cuando en mis sueños
rodeada de estrellas de mi firmamento,
perfumada en flores, que en fino destello
destila en mi boca silentes sonrisas,
que se escapan pronto, y contagia a prisa
todo cuanto observo en quieta visión.
Te darías cuenta, ¡cuánto significas!,
cuánto tu presencia es una caricia
para mis sentidos y mi corazón.
Y cuando conversas, tu voz cristalina
se expande graciosa, muy dulce y anima
a que se diluya cualquier aflicción.
Verte y escucharte es disfrutar a pleno,
es tocar las nubes y subir al cielo,
es rezar un salmo, la composición
de suaves acordes que en sus melodías
trasmiten sus dulces millar de alegrías
y deja en mis labios tu beso de amor.
¡Si tú te miraras como yo te miro!
sabrías que mi alma persigue cautiva
a todo aquello que a mi fuego aviva
y que me exacerba de loca pasión,
y es que no olvides ¡no te olvides nunca!
que nadie te puede amar como yo.
y si te admiraras de mi admiración,
y te emocionaras, cuando en mis sueños
rodeada de estrellas de mi firmamento,
perfumada en flores, que en fino destello
destila en mi boca silentes sonrisas,
que se escapan pronto, y contagia a prisa
todo cuanto observo en quieta visión.
Te darías cuenta, ¡cuánto significas!,
cuánto tu presencia es una caricia
para mis sentidos y mi corazón.
Y cuando conversas, tu voz cristalina
se expande graciosa, muy dulce y anima
a que se diluya cualquier aflicción.
Verte y escucharte es disfrutar a pleno,
es tocar las nubes y subir al cielo,
es rezar un salmo, la composición
de suaves acordes que en sus melodías
trasmiten sus dulces millar de alegrías
y deja en mis labios tu beso de amor.
¡Si tú te miraras como yo te miro!
sabrías que mi alma persigue cautiva
a todo aquello que a mi fuego aviva
y que me exacerba de loca pasión,
y es que no olvides ¡no te olvides nunca!
que nadie te puede amar como yo.