lunes, 26 de octubre de 2009

Problema de adulterio


Si todo este amor que lo turba,
en espanto y encubierta villanía,
mas de culpas quiere ser sobreseído
alegando que de él no fue la culpa.
Y entonces confundida me pregunto
¿pero será que me encontré con un parejo
que si los pusiera frente a frente cual espejo
ni siquiera una discrepancia existiría?
A tan alto punto a llegado su falsía
que me endilga toda culpa de haber sido
la urdidora de un error inmerecido
a su alta y majestuosa investidura.
Que mis lazos cazadores acallaron
en extrema alevosía a sus implores
que ahora se revelan vengadores
a toda la infamia que le he hecho.
Y por lo tanto no me da derecho
de aquello que dice él he cometido
y me manda derechito al patíbulo
sin siquiera poderme defender
¡Ay, cielos! Que más debo padecer
por haber equivocado mi camino
y fijarme en un hombre que es casado,
que después de que mi néctar ha libado,
¡soy una engañosa y él un cándido engañado!