viernes, 27 de agosto de 2010

Divorcio


Lo que por ti siento cuantas veces llamo

con mis pensamientos a un cruel tirano

que oprime mi yugo, mi ánimo cansa,

me tira por tierra, me quiebra la lanza,

me pone ataduras, me da bofetadas,

soy su holocausto que luego descarta.

Lo que por ti siento apenas alcanza

para darme cuenta que la espera es larga,

que mejor sería desatar las cabras

esas, que en corrales, están prisioneras

y dejarlas libres sobre un amplio prado

de fragante verde que bebe el rocío

que humedece al alba.

Para ser directa, tu sola presencia

me asfixia, me espanta.

Sentirme a las puertas de una esperanza,

perfume de pinos, aromas de vainas

que expelen al punto sus simientes mágicas;

la piel de la rosa, el viento en mi cara

anima mi canto, sosiega mis ansias.

¿Tanto hemos cambiado?

No crecimos… ¡nada!