martes, 30 de marzo de 2010

Declaración


Qué bello es el eco de tu alma
que me atrapa,
me asombra y me embeleza,
en suspiros toda mi boca reza
un deseo que me quema como llama.
No te niegues al calor
de esta flama
que late y vive en el alma mía,
con los ojos te escribo poesías
y por saber mas de ti mi amor reclama.
¡Qué tendrás en tu caja de tesoros!
cuántos sueños acumulas animada
de hacerlos realidad y fantasía…
Busco tu boca con sed escondida
de una vertiente de agua dulce
en mis palabras.
El milagro es tuyo, te pertenece,
soy tu portento, mi querer crece.
Pero, ¿lloras, niña?¿cuánto hace?
¿compartías el sentir que en mi renace,
en cada ocasión que pensarte
es como un bello amanecer?
Yo recojo tus lágrimas saladas,
feliz que no sean de dolor,
¡qué alegría, qué divino sentimiento
me produce el verte llorar de amor!