jueves, 12 de noviembre de 2009

Guardiana de tu sueño



Duerme, amor, ya es muy tarde,
cierra tus ojos cansados,
déjame estar y velar a tu lado,
contemplando arrobada tu imagen,
acariciando tus labios divinos,
con mis pensamientos…como yo imagino;
fundiéndome en el calor que irradias,
muy cerca a tu rostro sereno.
El aire se leva en ese momento,
cuando tú, dormido, cuando yo, despierta,
soy señora y dueña de cuidar tu sueño.
Y en la penumbra de la habitación,
bañada apenas de luz de un lucero,
para no dejar que te vayas solo,
en sopor profundo que te lleva lejos,
me acerco a tu boca en febril delirio
y, cuando sonríes, me subo a tus sueños.